Lo malo de los sueños es que en muchas ocasiones se hacen realidad, por tanto hay que tener mucho cuidado con lo que se sueña. En ocasiones a uno se le olvida lo que ha soñado y sin embargo la oportunidad se cruza por tu camino de una forma tan fácil que seria incluso una irresponsabilidad decir que no, quien sabe si no vuelve a haber otra ocasión, podría ser una traición a uno mismo, a lo que ha soñado tanto tiempo atrás.
Esto es lo que me ha pasado a mi y creo que el sueño se va a hacer realidad: dentro de unas semanas me voy a Calcuta con unos amigos de la parroquia.
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